EL ORDEN COLONIAL HISPANOAMERICANO
COMPETENCIA:Construye interpretaciones históricas
La organización política
del virreinato
Con el establecimiento del sistema administrativo
virreinal en el siglo XVI, el Perú se convirtió en el núcleo de poder de los
dominios españoles en América del sur
Durante el periodo virreinal, gran parte ce américa
estuvo bajo la administración española. Debido a la inmensidad del territorio,
la lejanía de la metrópoli y la diversidad étnica y cultural de la población,
la Corona necesitaba de un sistema administrativo que le permitiera mantener el
control sobre sus dominios.
La Corona estableció dos tipos de autoridades coloniales:
las metropolitanas que radicaban en España y las residentes que ejercían su
función en América.
Las autoridades metropolitanas
Esta administración estaba en España y se dividía en:
- El rey. Era la
máxima autoridad en el imperio. Durante casi tres siglos que América estuvo
subordinada a España. Fue gobernada por dos dinastías: los Habsburgo o Casa de
Austria (siglos XVI y XVII) y los Borbón (siglos XVIII y XIX).
- El Consejo de
Indias. Institución creada por Carlos I en 1524 para el
gobierno colonial. Conformada principalmente por juristas, debía promulgar
leyes y crear las instituciones necesarias para dominar ordenadamente los
territorios conquistados.
- La Casa de Contratación.
Institución creada en 1503 para reglamentar y fomentar el comercio entre América
y España. La corona estableció que el único puerto desde cual se podía partir
hacia América era Sevilla, centralizando así el control y registro de personas
que se dirigían a las colonias. Doc1. Esta oficina de gobierno también debía
controlar el traslado de metales preciosos provenientes de América. Asimismo,
era un tribunal de justicia que de encargaba de resolver los desacuerdos entre
comerciantes y marinos.
Las Autoridades Residentes
Eran designadas por la monarquía y ejercían su función en
América. Estas fueron:
- El virrey. La corona
española dividió sus posesiones americanas en dos virreinatos: el de Nueva
España, cuya capital era la ciudad de México, abarcaba América Central, el
Caribe y parte de Norteamérica. Y el de Perú cuya capital era Lima. Abarcaba
toda América del Sur, menos Brasil. La autoridad máxima al frente de cada
virreinato era el virrey, que también era representante el rey.
- Las audiencias. Eran
tribunales de justicia cuyos miembros u oidores asesoraban al virrey, tenían
atribuciones políticas (para vigilar la ejecución de las disposiciones reales y
judiciales) para recibir apelaciones y quejas de los indígenas. El virrey
presidia las sesiones de audiencia.
- Los corregimientos. Eran
unidades administrativas y judiciales de menor rango que las audiencias. Cada
corregimiento estaba a cargo de un corregidor. Fueron los funcionarios más
rechazados por la población indígena, ya que les cobraban impuestos excesivos,
los obligaban a trabajar para ellos sin recibir una paga y a comprar productos
traídos de España a precios exorbitantes.
- Los cabildos. Eran
autoridades de gobierno de las ciudades o municipios de la época; se componían
de alcaldes y regidores; cargos ejercidos por criollos importantes. Tuvieron
varias funciones: cómo repartir tierras entre los vecinos, organizar la policía
local, dar permisos de construcción, conservar las cárceles y caminos,
inspeccionar hospitales, vigilar los precios, etc.
LA ECONOMÍA COLONIAL EN EL SIGLO XVII
Durante el periodo colonial, la economía se sustentó en
los principios del mercantilismo, por ello España impulso la explotación de
metales preciosos de sus colonias.
El sistema económico colonial
Las colonias mantuvieron una relación de dependencia
económica con la metrópoli. La política económica de la Corona española estuvo
basada en las ideas del mercantilismo, este modelo de economía prevaleció en
Europa durante los siglos XVI y XVII .
Según el mercantilismo, la riqueza de una nación residía
en la acumulación de oro y plata y se basaba en el control del Estado sobre la
industria y el comercio nacionales para lograr que las exportaciones superasen
a las importaciones. En consecuencia, la Corona española buscó que sus posesiones
americanas la proveyeran de metales preciosos y materias primas y que
recibieran de la metrópoli diversos productos manufacturados.
El monopolio comercial
España estableció un férreo monopolio comercial con sus
colonias; el Perú no podía comerciar con ningún otro país europeo que no fuera
España. Tampoco con otra colonia española en América. Esta política se vio debilitada
por el contrabando, el comercio internacional y las incursiones de los piratas
y corsarios.
Doc 3 y 4. El comercio entre España y sus colonias se basó
en el sistema de flotas y galeones, en el que grandes convoyes de navíos
mercantes eran protegidos por barcos de guerra. Desde 1564, este sistema se organizó
en dos grupos que salían de Sevilla. El primero, conocido como la Flota de
Nueva España, e iba al puerto de Veracruz y debía abastecer el Virreinato de
Nueva España (México). El segundo llamado Galeones de Tierra Firme, tenía como
destino el puerto de Portobelo.
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En Portobello se realizaba una feria a que acudían
comerciantes limeños para comprar productos españoles (vino, textiles etc.). Estos comerciantes trasladaban por tierra los productos hacia Panamá y luego de
allí al Callao, desde donde se distribuían a todo el virreinato peruano. Este
sistema además de ser muy lento y complicado solo favorecía a los mercados de
Sevilla, quienes controlaban la cantidad y calidad de los productos y fijaban
los precios, que algunas veces subían entre 300 y 400 % respecto de su valor
original en España.
El comercio internacional
A pesar de que la Corona restringió el comercio entre sus
colonias, el Perú producía algunos productos (vino, aguardiente, vinagre) que
exportaba a otros sectores de América bajo dominio español, como Centroamérica
y México; azúcar a Chile y sombreros de paja a Guayaquil. Asimismo, importaba
de otras colonias trigo cacao, textiles finos, maderas y añil. Con el tiempo,
la producción de bienes industriales y agrícolas creció tanto que empezó a
competir con los artículos importados de España. Por esa razón, para proteger
la producción de la metrópoli, se prohibió la elaboración de productos como textiles,
papel o vino dentro de las colonias.
A pesar de ello, el tráfico de mercancías entre México y Perú
aumentó a lo largo del siglo XVI. En el puerto de Acapulco, los comerciantes
peruanos encontraban productos mexicanos y también asiáticos, como sedas
importadas de China a través de las Filipinas, otra colonia española. Este circuito
era ventajoso para los comerciantes limeños, quienes podían obtener finos
textiles chinos a la novena parte del precio que establecían los comerciantes
españoles de Portobello.
Los comerciantes limeños
Desde principios del siglo XVII, los grandes comerciantes
limeños se agruparon en el Tribunal del Consulado. Este organismo se encargaba
de resolver todos los problemas legales originados por las actividades
mercantiles en el Perú. Asimismo, se convirtió en el único distribuidor de América
del Sur de las mercancías de Portobelo o de Acapulco. Para protegerse de los
piratas y corsarios, los miembros del tribunal organizaron la Armada del Sur,
compuesta por una escuadra de galeones y navíos mercantes. El tribunal les permitió
a los comerciantes limeños regular los precios máximos que pagarían por los
productos españoles en Portobelo.
El fracaso de la política económica la política económica
basada en el monopolio comercia fracasó porque el Estado español no abastecía
regularmente a sus colonias de las mercaderías que necesitaban. Además, los
elevados precios que imponían los comerciantes españoles obligaron a la población
americana a recurrir al contrabando. Esta práctica era permitida por los
funcionarios coloniales a cambio de sobornos. Doc 5. Por otra parte, como la
producción manufacturera española era pequeña, la metrópoli tenía que adquirir
en el resto de Europa los productos que necesitaban sus colonias. Así el oro y
la plata americanos terminaban finalmente en poder de Inglaterra, Holanda y
Francia cuyas industrias estaban más desarrolladas.
Algunos de los factores que socavaron el sistema monopólico
en el siglo XVII fueron:
- El fortalecimiento
de los comerciantes locales. Hacia el siglo XVII, el Tribunal de Consulado,
diversificó sus fuentes de abastecimiento mercantil contrabandeando productos
europeos en Panamá y mercancías asiáticas en Acapulco y viajando a España para
adquirirlos directamente a los proveedores
- El alza de los
impuestos. En la primera mitad del siglo XVII, los apremios
económicos que afrontaba la Corona obligaron a las autoridades coloniales a
elevar los dos principales impuestos comerciales: la avería (impuesto sobre el
valor de las mercaderías), y el almojarifazgo (derecho aduanero). Ante las medidas,
muchos comerciantes optaron por el fraude, lo que afecto el nivel de
recaudación.
- La penetración
extranjera. Las casas comerciales extranjeras (principalmente
inglesas, holandesas y francesas) se infiltraron en la ruta legal a Sevilla
utilizando testaferros y poniendo capital y naves a disposición de los
sevillanos. Además, los comerciantes extranjeros vendían sus productos a través
del contrabando desde sus bases en las Antillas.
- Las guerras
europeas. La corona requería de muchos recursos para administrar
el imperio y sostener las guerras en las que se involucró. Por ello, usualmente
se prestaba dinero de los banqueros europeos con la garantía de la plata que
llegaba de las colonias. Esto trajo dos consecuencias: España empezó a depender
económicamente de sus colonias y se convirtió en el gran distribuidor de plata
en Europa.
Desarrolla las actividades
1.- Observar el siguiente video
Gracias
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