Semana 28 ¿Cómo enfrentaron el problema de la salud pública las autoridades de la Colonia?

 





Perú: medidas contra las epidemias


Fuente D   Concepciones de higiene y sanidad entre los siglos XVI y XVII1

 Al iniciarse el Siglo XVI (1500) no existía el saber que contemplara los diferentes elementos que afectan la salud colectiva; pero ya se realizaban prácticas sociales dirigidas a organizar y dirigir los esfuerzos colectivos, para tratar de controlar al máximo el peligro sanitario público de ese siglo: las epidemias. Recién a partir del Siglo XVI, las ideas sobre los beneficios de la higiene pública habían comenzado a difundirse en Europa. Sir Tomás Moro en Utopía (1516) describe un país imaginario donde la higiene protege la salud y la medicina la restaura, y donde todos los que necesitan sus servicios tienen acceso a ellos. La población comenzó asumir que la hora de «… la muerte no está predeterminada por Dios, sino que el hombre, en cierta medida, tiene el poder de prolongar su vida». Medicina e higiene son medios para este fin. En los Siglos XVI y XVII, lo único destacable es la creación del Consejo de Salud Municipal, como la primera organización pública sanitaria permanente responsable de las cuarentenas y del aislamiento de los enfermos dentro de lazaretos [establecimiento de salud]. Mas las autoridades locales no habían podido dar una respuesta suficiente a los problemas urbanos agravados, primero, por el desarrollo comercial de las grandes ciudades de la Baja Edad Media y, luego, por el incipiente mercantilismo renacentista. El crecimiento desordenado de las poblaciones urbanas y el hacinamiento de estas en espacios reducidos agravaron la insalubridad de las ciudades y favorecieron, por ende, la presencia de grandes epidemias de los Siglos XVI y XVII. En estas circunstancias, los nacientes estados nacionales se vieron obligados a participar en la normatividad general sanitaria; aunque, los aspectos micro administrativos de operativos sanitarios siguieron siendo manejados por las autoridades municipales o parroquiales. Nacimiento de la salud pública moderna Las nuevas condiciones sociales y culturales del Siglo XVII favorecieron el desarrollo de la higiene pública como una disciplina protocientifica [área de la ciencia en proceso de consolidación] que fundamenta el cuidado de la salud en el espacio público; y de la sanidad como una práctica de intervención del Estado nacional, orientada a mejorar la salud colectiva y, en consecuencia, el bienestar de la población.

Fuente E                             El Cabildo de Lima y las pestes

Una de las medidas más populares en salud pública colonial fue la aplicación de las cuarentenas portuarias e incluso urbanas (Rosen, s.f, p.67-69, citado en Rivasplata, 2013). Una comisión de regidores, junto con el Protomedicato del Perú, estaba autorizada para aislar barcos, bienes y personas infectados en una isla o en las cercanías de El Callao. También se creó un sistema de control y vigilancia de las pestes, conformado por estaciones de control rudimentarias, comunicación a través del correo de las últimas noticias europeas y americanas sobre pestes, visitas médicas a barcos y procedimientos de desinfección (Archila, s.f, citado en Rivasplata, 2013). Una de las primeras pestes que amenazaron seriamente la ciudad de Lima se produjo en 1560 y obligó a imponer una cuarentena. Otra, en 1572, afectó a los indios de la costa y causó gran mortandad entre ellos, hasta el punto de perderse sementeras por la falta de mano de obra para recogerlas. La consecuencia fue escasez de trigo, situación la cual el Cabildo mandó pregonar públicamente, el 20 de marzo de 1572, que nadie sacara o vendiera harina ni trigo del distrito de la ciudad porque se confiscaría el producto (Lastres, s.f,, citado en Rivasplata, 2013). Al poco tiempo de la llegada del virrey Fernando Torres y Portugal, se desató una epidemia de viruela y garrotillo. Las primeras noticias de la enfermedad en la ciudad se dieron el 6 de diciembre de 1585. Las autoridades manejaban las pestes de forma similar en España y en las Indias. Una vez conocida la existencia de casos de peste dentro de la ciudad y dictaminada la certeza del brote por una comisión médica, la medida imprescindible que se tomaba era señalar algunos lugares periféricos del casco urbano, en donde se pudieran aislar los enfermos: se trataba de verdaderas cárceles de apestados. Generalmente, a pesar de estos intentos de controlar la peste, estos ámbitos no eran suficientes, y finalmente las autoridades tenían que reconocer públicamente la epidemia y habilitar sitios de mayor capacidad.

Estas medidas represivas de reclusión y aislamiento se debían a que las autoridades municipales temían la extensión del contagio entre los sectores más pobres de la ciudad, que eran los más atacados en número y en intensidad. Cuando en 1588 se desató la peste de tifus que se inició en Cartagena de Indias con el envío de un cargamento de esclavos. El virrey había mandado que se tratase este tema en el Cabildo y se aplicara la mejor medida para evitar que las personas que habían tenido contacto con la peste no entraran en la ciudad. Por ejemplo, se construyó un arco de ladrillo para evitar que los contagiados ingresaran a la ciudad. Por lo cual, los regidores consideraban justo que el Cabildo entregase alguna limosna de dineros propios para levantar un hospital en San Lázaro. Los comisarios también obligaron a los mulatos y a los negros a cuidar a los españoles pobres, ante la escasez de cirujanos. Otras formas de buscar protección contra las pestes fueron rezos, limosnas y procesiones en la ciudad (Rubio, 1979, p. 82-101, citado en Rivasplata, 2013). También, el sarampión atacó Lima en 1597 y mató a muchos indios (…) Ante la amenaza de propagación de pestes, los negros fueron trasladados a varias casas en el barrio San Lázaro. De esta manera, los negros podrían controlarse mejor al estar fuera de la ciudad y a sotavento, es decir, resguardados del viento, sin posibilidad de que se esparciese el mal. Varias pestes se dieron en el Siglo XVIII. En 1751, el rey Fernando VI ratificó la obligatoriedad de denunciar a los enfermos contagiosos de viruela, a los tísicos (...) y promulgó la quema de sus ropas y muebles y picar las paredes, blanquear y clausurar el aposento donde hubiera estado la cama del enfermo fallecido. La variolización o inoculación de la viruela fue introducida en Lima en 1777 por Fray Domingo de Soria, y el mismo religioso la sustituyó por el método de la vacunación el 8 de octubre de 1805; el cirujano Pedro Belomo hizo lo propio el 22 de octubre de ese año (Bueno, 1778, citado en Rivasplata, 2013). El Cabildo limeño participó activamente en la vacunación contra la peste de viruela que estaba atacando Lima, pues pagaba de sus rentas dos médicos para la propagación del fluido, los doctores Belomo y José Dávalos. (Lastres, s.f, p. 65, 69, 71, 139, citado en Rivasplata, 2013).



Analizamos fuentes sobre la salud pública en la Colonia


Fuente F La cuestión Sanitaria y los ilustrados en el Siglo XVIII

 En 1789 había llegado a Lima desde Madrid el primer Decreto Real prohibiendo los entierros al interior de las iglesias y ordenando la construcción de cementerios extramuros. En las páginas del Mercurio Peruano, (…) publicado entre 1791 y 1795, los ilustrados cristianos apoyaron dicha orden, explicando que las epidemias tenían dos razones unidas entre sí como dos caras de una misma moneda: en lo moral, son castigos del cielo; mientras que en lo físico, son casi siempre efectos de efluvios corruptos, entre ellos los que se desprenden de aquellos entierros. Se afirmaba que la salud de los vivos estaba comprometida por “las emanaciones pestilentes que provenían de la multitud de cadáveres amontonados en los sótanos de las Iglesias” (…). En realidad (…), trasladar los entierros de las iglesias a cementerios generales ubicados en las afueras de la ciudad sería un largo y lento proceso. Las mentalidades populares y religiosas conservadoras se resistirían (…) a renunciar a la idea de que los difuntos debían quedar al cuidado de la Iglesia. Es así que, recién hacia fines del Siglo XVIII, se empezaron a construir en el país los primeros cementerios generales y que fuera necesaria la llegada de otros Decretos Reales, en 1803 y 1804, para que se finalizaran dichas construcciones en los extramuros de las ciudades de Lima y Cusco. (…)a de Lima 


Fuente G                                El Cabildo y la policía sanitaria

Conforme a la organización política medieval de España, eran los alcaldes comunales que presidían los cabildos los responsables en velar por la higiene pública y la policía sanitaria de las ciudades y pueblos de su jurisdicción. Por ello fue el Cabildo, también llamado ayuntamiento, la más importante institución del régimen colonial en lo concerniente a dictar normas sanitarias. Entre sus múltiples atribuciones administrativas se encontraban: vigilar el aseo de la ciudad, cuidar de la reparación de las calles, inspeccionar los camales, inspeccionar los establecimientos de beneficencia y organizaron la baja policía (…) interviniendo principalmente en la fijación de los precios de los alimentos y las mercancías necesarias para la vida en la ciudad (Morce, 1964, pp.144). El Cabildo de Lima fue más importante en lo concerniente a la administración de las normas de higiene pública. El primer Cabildo de Lima fue presidido por sus alcaldes Nicolás de Riber (…) y Juan Tello, que de esta manera se constituyeron en los primeros funcionarios que actuaron como autoridades en el campo del cuidado de la salud colectiva en Lima. Normatividad básica de la población sanitaria: Higiene pública en las leyes de las indias Entre las normas coloniales que trataban asuntos vinculados con la higiene pública, la policía sanitaria y la beneficencia son importantes las ordenanzas que, entre 1572 y 1574, dictó el virrey Francisco de Toledo. Es así, por ejemplo, que las ordenanzas para los indios de todos los departamentos y pueblos de este reino, se incluían las relacionadas con los siguientes temas o mandatos: (…) cuidado que se ha de tener en los hospitales y enfermos; que los corregidores tomen en cuenta a los mayordomos de los hospitales y por su ausencia los alcaldes; que en cada pueblo haya mercados dos veces a la semana; que los alcaldes cuiden de que las calles y casas estén limpias, y que los indios tengan barbacoas en las que duerman; que los alcaldes visiten los Tambos. Medidas de control de epidemias: 1535 – 1821 (…) las reglas de cuarentena veneciana de 1423 estaban siendo utilizadas en Europa como un mecanismo eficaz para evitar la importación de alguna enfermedad pestilencial. La cuarentena implicaba la detención de las embarcaciones contaminadas o sospechosas de estarlo y en el aislamiento de la tripulación fuera del puerto, hasta que hubiera transcurrido el tiempo suficiente sin casos nuevos de alguna pestilencia. (..) de manera distinta la cuarentena, frente a la sospecha de casos de peste en la ciudad, se confinaba a los individuos enfermos en sus viviendas, a fin de controlarlos uno a uno, con un registro lo más completo posible de todos los fenómenos ocurridos durante la observación (…). La reacción práctica de las autoridades coloniales frente a la disminución de las epidemias en las ciudades incluyó –además del aislamiento– las siguientes medidas: el establecimiento de hospitales provisionales; las disposiciones sanitarias para los entierros; la indicación de remedios médicos rudimentarios; las campañas caritativas (…). Cuando se trataba de epidemias en los poblados indígenas, el comportamiento de dichas autoridades era muy distinto. En estos casos la reacción frente a las muertes masivas fue escasa y tardía; solo adquirieron cierta importancia cuando provocaron, debido a su gran magnitud, problemas para la disponibilidad de fuerza de trabajo (…).

¡Y ahora nos vamos al reto!

¿Qué es un texto argumentativo?

Es aquel donde se expresan opiniones sobre un determinado tema en este caso será (Sobre el tema que has leído)

Tema: ¿Qué tan importantes fueron las medidas de salud pública para tratar las epidemias en la Colonia?  



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